.
  Cristo vino
 
Cristo vino, Cristo vendrá por segunda vez, Cristo está entre nosotros:

1- Primera venida: La Encarnación. La llegada del Mesías esperado por el Pueblo de Dios, los Israelitas. Jesús llega en humildad cuando se esperaba una venida gloriosa.  Recordamos la expectación de Israel y de toda la Humanidad.  Es la esperanza del comienzo del Reino de los Cielos para cumplimiento de todas las promesas.

Nos preparamos para la conmemoración del nacimiento histórico de Jesús que fue hace 2000 mil años. El es el centro de la historia, por El se mide el tiempo. Sus palabras y su vida nos traen salvación. Por nuestra respuesta, El mismo juzgará los corazones de todo hombre.

La promesa de la primera venida: 

Miqueas 5, 1-4
     Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño. 
    Por eso él los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel. 
     El se alzará y pastoreará con el poder de Yahveh, con la majestad del nombre de Yahveh su Dios. Se asentarán bien, porque entonces se hará él grande hasta los confines de la tierra.
      El será la Paz.


2- Cristo entre nosotros: La Eucaristía.

No estamos hablando en poesía. Jesús en verdad viene y vive en el corazón de los creyentes. 

Promesa de la venida intermedia:

Mateo 28, 18-20

       Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.

      Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,

        y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»



3- Segunda venida: La Venida Gloriosa, final de la Historia.

También nos preparamos para su venida gloriosa que marcará el fin de la historia. No sabemos cuando será, pero ciertamente vendrá. Debemos preparar el camino propagando Su Reino, es decir, dando a conocer a Jesucristo con nuestro ejemplo y también dando razón de nuestra fe.

Nos prepararnos por medio de la conversión, de la meditación de la Palabra, la recepción de los sacramentos, la práctica de las virtudes, en especial la caridad.

La preparación es personal pero además tiene carácter comunitario. Dios quiere que seamos y actuemos como Su Pueblo.   Por eso la importancia de la familia y la Iglesia en la preparación.

"Cuando empiecen a cumplirse estas cosas, levantad vuestras cabezas, pues estará próxima vuestra liberación."

Las vestiduras litúrgicas de adviento son moradas. No se recita el "Gloria" hasta el día que nace el Señor.

Promesa de la Segunda Venida:

Apocalipsis 21,1-4
       Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva   porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya.
       Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo.
       Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá  su morada entre ellos y ellos serán  su  pueblo  y él  Dios - con - ellos,  será su Dios.
        Y enjugará toda lágrima de sus ojos,  y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado.»

 

Jesús está vivo y nos visita en cada Eucaristía.  Nos preparamos para su llegada en cada Misa. Solo con El podemos caminar hacia la meta y preparar Su camino.  El es el Camino, la Verdad y la Vida.

 

 Create your own banner at mybannermaker.com!
 
 
 
   

                      

 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis